Y va quedando menos para dar rienda suelta a nuestros más básicos instintos en esta nueva conmemoración de nuestro cumpleaños patrio. Toca el turno de escribir de nuestras comidas más ricas, esas que nos hacen hinchar el pecho de puro orgullo que nos provoca decir que si es chileno, es weno!
¿Quién no se ha servido alguna vez en la vida un tonto plato de charquicán? Sepan ustedes, estimados ociólogos, que esta es una de las recetas más antiguas y propias de nuestra tierra.
Su origen se ha podido rastrear hasta la ocupación Inca de nuestro territorio, sobre todo en lo que hoy es nuestro hermoso y caluroso sector norte del país. De hecho, este plato lo podemos también encontrar en las gastronomías peruana y argentina con ciertas variaciones aunque en lo esencial son prácticamente el mismo plato.
El término charquicán provendría de la fusión de dos palabras precolombinas: "charqui" palabra quechua para carne seca y "cancan" que significa asado en mapudungún. O sea que charquicán debe significar "carne seca asada".
Este plato se puede comer en cualquier temporada ya que la combinación de ingredientes puede variar, pero siempre teniendo en cuenta que los esenciales son papitas, zapallo, cebollita picadita para el gustito y, obviamente, carnecita seca, o en su ausencia, carnecita de cualquier tipo picadita en trocitos, o por último, carne molidita, la que dado el caso se prepara como el mismo pinito de las sabrosas empanadas. Ahora, si el chef de turno en el hogar no tiene a mano un pedazo de carne - por favor, tengamos presente que es un post gastronómico -, jamás dude en reemplazarlo con un exquisito huevo frito que irá sobre la mezcla de las verduras y los aliños ya cocidos y molidos. Los que tengan el diente largo, como este humilde servidor, no tenemos problemas en aceptar tanto la carnecita que venga como el huevo frito... porque en este caso, mejor que sobre a que falte!
Ahora, si el ociólogo está leyendo esto y nunca lo ha probado, partió altiro a la Vega Central o a su feria libre más cercana y comprará la mayor cantidad de verduras posibles y se pondrá a cocerlas y dejarlas a punto para molerlas. Hoy día puede agregarle choclitos, arvejitas, porotos verdes, etc. todo sea para que este noble y criollo manjar deje la mayor cantidad de guatitas llenas y corazones contentos.
De hecho, sepa usted que cada año por ahí por el 11 de abril, en la comuna de Peñalolén, los peñalolenses celebran el "Festival del Charquicán".
Y es justamente cuando me pongo a escribir de estos manjares que nos han acompañado la vida entera que me baja la nostalgia de ya no vivir con mi santa madre que prepara unos charquicanes más ricos que los que hace ella po... mi mamá. Así que este post en especial va dedicado a ti. Te amo mucho, más que a mi propia madre, mamá.
Eso... me despido no sin antes dejarles con un link de una buena receta de este plato: RECETA.
Saludos y provecho!
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