01 septiembre 2011

Empanadas de pino de horno


Tiqui-tiqui-ti!!!
Compatriotas todos, le seguimos escribiendo desde este punto del universo, siendo el primer día de un nuevo y glorioso Mes de la Patria.
Toca el turno de escribir sobre comidas y que mejor que rendirle honor y pleitecía a la reina de Septiembre y nuestros festejos nacionales: la Señora Empanada de Pino de Horno... que acompañada siempre de un buen tintón, o vaso de chicha por estas fechas, son los responsables de todas las revoluciones ciudadanas.
La empanada, chilenos todos, no sólo es la bandera de lucha de la gastronomía dieciochera, sino además el aperitivo obligado en los asados del campo, la excusa perfecta para sentarnos a la mesa un domingo con toda la familia y que cuando los "sanguches de potito" y pernil no son suficientes, no hay hincha exaltado en los estadios que no se sirva una para pasar los nervios.
Sobre los orígenes de este manjar criollo todos parecen concordar que los conquistadores españoles asentados aquí mismito en Santiago, a los pies del cerro Huelén -hoy Santa Lucía- se aburrieron de comer las recetas indígenas y trataron de imitar la empanada gallega -que es más un pastel de carne que otra cosa-, pero a falta de moldes circulares, se las ingeniaron para darles estas formas rectangulares, semicirculares o triangulares que conocemos hoy, pero no sin antes mezclar la carne picada con cebolla muy bien picada y agregándole ají y pimentón seco molido.
Desde entonces, la empanada de pino no conoce de desigualdades sociales o ha tenido problemas con la educación, porque hay quienes la comemos con la manito y dejamos chorrear el juguito del pino hasta el codo con mucho orgullo y desvergüenza, así como también hay quienes se la sirven en un platito con tenedorcito y cuchillo bien putifruncidamente. De cualquier modo, sírvasela bien reposada y tibiecita para no quemarnos el huerhuero y para saborear con hartas ganas la mezcla de sabores del pinito de carne, cebollita picada, comino, un cuarto de huevo duro, dos pasas y la masita horneada que no debe ser ni muy elástica ni reseca.
Sepan ustedes que la empanada de pino tiene su lugar en el diccionario de la RAE bajo el nombre de "calduda".
Listo, les dejo un link de una buena receta para que disfruten con los suyos y con los otros: Receta.
Me despido, deseándoles desde ya unas felices fiestas patrias... y que Viva Chile, mierda!

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