
Nacido el 23 de marzo de 1910 como el séptimo hijo de sus padres descendientes directos de un linaje de samuráis, la vida de Kurosawa, como probablemente la de todos los que alcanzan la grandeza en lo que hacen, no estuvo exenta de eventos dramáticos y polémicos. A sus 13 años, sobrevivió y atestiguó el gran terremoto de Konto que destruyó Tokio y mató a más de 100.000 habitantes. Menciono esto no por dar un dato más, sino porque acompañado de su hermano

Aunque muy criticado por su enorme admiración por Occidente, Kurosawa sin duda fue influenciado con fuerza por muchos autores de este lado del mundo: Shakespeare, Dostoievski, Tolstoi e, incluso, autores de la Griega clásica como Esquilo, autor de Los Siete contra Tebas, obra sindicada como el germen que dio paso a Los Siete Samurai (1954), película considerada una de las más grandes e influyentes de la historia.
Desde 1943 con La Leyenda del gran Judo, siguiendo con La Gran Bella (1944), El Ángel Ebrio (1948), Rashomon (1950), Trono de Sangre, una adaptación del clásico Macbeth (1957), La Sombra del Guerrero (1980), Ran, adaptación de El Rey Lear, (1985), Los Sueños, película basada en sueños reales del director, (1990), son sólo parte del tremendo aporte a la historia del cine universal, que este desaparecido "Emperador" del cine, denominación obtenida por su trato dictarorial en sus sets, nos ha legado.
Siempre será recordado y admirado por las técnicas cinematográficas tan propias que plasmó en sus películas como el emplear lentes de teleobjetivo para aplanar los encuadres y lograr, en su criterio, mejores interpretaciones de los actores. El filmar distintos ángulos del mismo plano

A 13 años de su partida, nuestro más sentido homenaje a un hombre que hizo del cine, un estilo de vida que ha influenciado a muchas generaciones.
Descansa en paz, Emperador.
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